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Artista plástica, Catherine Grangier ha estudiado Bellas Artes en Ginebra y vive en Lyon.
Le gusta trabajar a partir de elementos cotidianos y buscar la poesía en lo ordinario.
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Sus realizaciones dibujan los contornos de un universo femenino de donde emergen las reminiscencias de la infancia, notas lúdicas y conceptuales... Catherine atraviesa e cuestiona las relaciones entre íntimo y público, ficción y realidad, imagen y texto, memoria individual y memoria colectiva.
Su trabajo reviste múltiples formas: grabados, dibujos, fotos, vídeos, instalaciones, costura...
La impresión textil completa este panorama y le permite explorar nuevos territorios...
Tanto la literatura (Georges Perec, Italo Calvino, Katherine Mansfield, Virginia Woolf, o también Margaret Atwood y Siri Hustvedt, etc.), como el arte contemporáneo (Louise Bourgeois, Sophie Calle, Meret Oppenheim, y muchos otros) y las actividades cotidianas...
Su proceso artístico echa raíces en la esfera de lo íntimo y de la cotidianidad. En los orígenes de su reflexión predomina el planteamiento sobre su identidad como mujer y como mujer-artista.
" Me paseo por la frontera entre el espacio privado y el espacio público. Juego con las palabras y las apariencias, revisito los tópicos y cuestiono, de manera lúdica, la idea de indentidad, de feminidad y de transmisión.
Cuestiono la feminidad, mi estatus de hija, de madre y de mujer-artista, y las cuestiones de filiación.
Me apropio de los logros del feminismo, juego con los estereotipos, me intereso de manera lúdica por las cuestiones de la identidad, de la apariencia y, más en general, de la relación con los otros.
Me paseo por la frontera entre el espacio privado y el espacio público. Busco los límites entre mi cuerpo y el espacio que lo rodea.
Utilizo de manera recurrente la ropa y, en particular, los vestidos, en cuanto a arquetipo de la representación femenina ”
Mi trabajo artístico es también un «arte narrativo ». Me gusta asociar y provocar el encuentro entre la imagen, la idea y la palabra, inducir un desajuste entre estos elementos e invitar así a los espectadores a contar su propia historia.
Mis instalaciones tienen una apariencia polimorfa, los materiales y técnicas que utilizo son múltiples y derivan del concepto de la obra, permitiéndome, cada uno a su manera, proseguir mi reflexión sobre la feminidad.